POLÍTICA
Sin fondos y con apenas 70 terroristas
La banda se encuentra en una situación de «extrema debilidad» por los continuos golpes policiales
21.10.11 - 02:41 -
DAVID S. OLABARRI | BILBAO.
ETA anunció ayer el cese «definitivo» de su «actividad armada» en el momento de mayor debilidad de su larga y sangrienta historia. La decisión de la banda terrorista no es una consecuencia de un proceso de reflexión interna abierto por el convencimiento de que la lucha armada carece de sentido y debe dejar paso a las vías políticas. Sin restar trascendencia al comunicado de ayer, los expertos del Ministerio del Interior subrayan que la renuncia es fruto de la «extrema debilidad» de una organización que lleva tiempo «agonizando», con una creciente «incapacidad» para cometer atentados y que, en los últimos cinco años, ha visto cómo sus intentos de reestructuración se saldaban, una y otra vez, con las detenciones de sus principales dirigentes.
En sólo tres años y medio han caído seis de sus 'jefes', a una velocidad que revela la eficacia de las fuerzas de seguridad. Francisco Javier López Peña 'Thierry', Garikoitz Aspiazu 'Txeroki' (noviembre de 2008), Aitzol Iriondo 'Gurbitz' (diciembre de 2008), Jurdan Martitegi (abril de 2009), Ibon Gogeaskoetxea (febrero de 2010), y Mikel Carrera 'Ata' (mayo de 2010), fueron detenidos cuando se encontraban al frente de la banda.
Fuentes de la lucha antiterrorista explican que, gracias a los continuos golpes policiales, la organización está compuesta por «entre 50 y 70 activistas», con una jerarquía cada vez más difusa -los expertos apuntan a Iratxe Sorzabal y David Plá como sus principales dirigentes en la actualidad- y con recursos económicos para subsistir «no más de dos años» sin cometer atentados, después de que anunciasen el fin de la extorsión a los empresarios. Este número de terroristas cobra especial relevancia si se compara con los cerca de 350 individuos que llegaron a militar en la organización en sus momentos de mayor actividad. Según los mismos medios, en los últimos meses esta incapacidad para operar ha provocado que la actividad de la organización se haya limitado, fundamentalmente, a «tareas básicas de mantenimiento» de su infraestructura -pisos, vehículos, documentación...-.
Los analistas de la Policía mantienen que el comunicado de ayer evidencia que la banda tiene «voluntad de dejarlo». Subrayan, en este sentido, que los terroristas hayan hablado de «diálogo» y «acuerdo» y no de negociación con los estados, como han hecho en muchos de sus pronunciamientos. También hacen hincapié en la importancia de que la palabra «definitivo» aparezca dos veces en el mismo texto. Dos detalles que no pasan desapercibidos para los expertos, que consideran que, si sigue por este camino de ceder el protagonismo a la izquierda abertzale, ETA no entregaría las armas «antes de 2013».
«Vender el mensaje»
Según este análisis, lo vivido ayer forma parte de una escenificación en la que se trata de convertir la «necesidad en virtud» y que se completa con otros 'actos' como la disolución de su aparato político -Ekin-, que ya se encontraba disuelto en la práctica por la presión policial, o la adhesión del colectivo oficial de presos -el EPPK- al Acuerdo de Gernika que aboga por el final de la violencia. Los expertos consideran que, tras los buenos resultados conseguidos en las últimas elecciones forales y municipales -en las que Bildu consiguió hacerse con el poder en la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián-, la Conferencia de Paz del lunes fue convocada precisamente para que la banda pudiese anunciar su cese definitivo «vendiendo el mensaje» de que se han «sentado las bases» para la resolución del «conflicto». El cónclave del Palacio de Aiete les permitía subrayar la implicación internacional -una vieja aspiración de la banda- en el problema vasco y obviar que, en realidad, han sido «derrotados» y no han conseguido «ninguno de los objetivos».
Este anuncio, insisten, permitirá «ilusionar» a sus bases justo un mes antes de unas elecciones generales en las que Amaiur aspira a conseguir grupo propio en el Congreso y, sobre todo, a superar al PNV como primera fuerza abertzale. Por eso, los expertos entienden que la banda seguirá tratando de «capitalizar políticamente» el desmantelamiento de su estructura. Un recorrido que, a su juicio, conducirá a las próximas elecciones autonómicas en la primavera de 2013, en las que «si siguen este camino» podrían anunciar la entrega de las armas o su disolución.
De hecho, las fuentes de la lucha antiterrorista consideran que, a pesar del comunicado de ayer, ETA seguirá operativa manteniendo su infraestructura y sus miembros seguirán en la clandestinidad. «No pueden volver a casa como si no hubiese pasado nada», recalcan los mismos medios.
Todo este proceso comenzó en 2009 cuando los sectores de la izquierda abertzale partidarios de los cauces democráticos se hicieron con el poder del movimiento ante la creciente debilidad de los que apostaban por una «solución militar». Por eso, insisten, la decisión de la banda ha sido adoptada por necesidad, y «no tanto por un convencimiento ético». De hecho, las fuentes antiterroristas recuerdan que, poco antes de que se anunciase la última tregua del 10 de enero, los dirigentes de la banda -entre los que ya se encontraban David Plá e Iratxe Sorzabal- remitieron un mensaje a líderes de Batasuna en el que mantenían que, en vista de la «situación en la que se encuentra el proceso de liberación», se reafirmaban en la «necesidad de la estrategia político militar».
«Sin preparación militar»
La organización que encabezan Plá y Sorzabal, dos activistas con amplio recorrido en la historia de la banda y que accedieron a la cúpula tras las sucesivas caídas de sus antecesores, responde, además, al perfil de un «grupo joven», con «ardor guerrero», pero sin «apenas preparación militar».
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20111021/politica/fondos-apenas-terroristas-20111021.html
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