PRÒLOGO DE EUGENIO MARTÍNEZ BRAVO, presidente de Plataforma Blanca: CARTA ABIERTA A VICENTE DEL BOSQUE
Un grupo de deportistas, empresarios, profesionales, pero sobretodo, amigos y admiradores, hemos querido rendirte nuestro humilde tributo – uno más – escribiendo este libro sobre lo que representa para el fútbol español la figura de Vicente del Bosque. Y lo hacemos sólo unos días después de que la selección española de fútbol consiguiera rubricar un nuevo éxito con el pase a la Eurocopa 2012 tras vencer a Liechtenstein por un contundente 6-0.
Como cualquier otro libro, éste dejará constancia a toda generación venidera de quién era Del Bosque. Queremos que se sepa y se reconozca esa persona que hay dentro de tan gran entrenador.
A todo entrenador se le da por supuesto unas capacidades técnicas para saber llevar un equipo hacia la victoria. Saber leer un partido, el estudio previo del rival, la capacidad de reacción en el transcurrir del mismo, el sistema de juego o el estilo más apropiado…Y es en este primer campo, el técnico, donde vemos y entendemos tu concepción del fútbol: fidelidad a un mismo estilo de juego, al valor que le das al balón, a su posesión, al concepto de fútbol total, a crear, construir, trabajar…al esfuerzo común, donde para ti no hay nombres, sino hombres, ninguno por encima de otro, todos aleccionados en un mismo fin, en una misma misión.
Pero todo buen entrenador completa su saber técnico con su saber personal en la dirección de jugadores, de personas. Hablamos de saber motivar, enseñar, escuchar, comprender…de saber utilizar siempre la energía positiva sobre la negativa, de tener la psicología necesaria para conocer cómo sacar lo mejor de un grupo humano unido bajo un solo bloque llamado equipo. Un partido simboliza lo antes descrito: el 0-1 del España Suiza del Mundial 2010. Las expectativas eran enormes, pues no en vano veníamos de ser Campeones de Europa. Todos pensábamos que si bien era difícil, por una vez sí podríamos estar muy cerca de ganar un mundial. Pero lo que nadie dudábamos era que ganaríamos a una selección sobre el papel mucho más débil como era la suiza. Y ocurrió lo peor. Un derrota a las primeras de cambio. Frustración, impotencia, dolor….cualquier otro equipo con su entrenador al frente habría quedado irremediablemente afectado. Tú Vicente supiste convertir ese momento en la mejor oportunidad de sacar lo mejor del grupo. No ha habido derrota tan bien aprovechada en la historia del fútbol español.
Muchos entrenadores reúnen ambas capacidades, las técnicas y las psicológicas de grupo. Pero en tu caso se da una tercera que sólo los llamados a triunfar son capaces de reunir: las humanas. En un mundo donde se dice que el fútbol se ha convertido en toda una industria que mueve millones y millones de euros, has sido capaz de preservar algo denostado y apenas valorado: los valores. Saber estar siempre, educación exquisita, respeto al contrario, agradecimiento a la afición, humildad personificada…el "fair play" en persona.
Y todo esto cobra en ti su máxima expresión de grandeza por dos motivos:
Uno porque has ganado todo. Y hay que decírtelo, pues aunque te ruborice, eres el mejor entrenador del mundo, pues sólo los mejores consiguen alcanzar la cumbre tanto a nivel de Club como de selección. Como Club, dirigiendo a tu Real Madrid, son 2 Champions League, 2 Ligas, 1 Supercopa de España, 1 Supercopa de Europa y 1 copa Intercontinental; y como selección lo máximo: Campeón del Mundo.
Otro por ser simple y llanamente normal. Una persona sencilla, familiar, amigo de sus amigos. En definitiva, una gran persona, un magnífico gestor de triunfos.
Como español poco más puedo decir. Como madridista hay algo más que habría que añadir. Nuestro Club está en deuda contigo. Ganaste 7 títulos y se te recompensó no renovándote el contrato. Ganaste la Copa del Mundo y es en todos lados, en todas las ciudades y en toda España donde se te ha reconocido y agradecido tan importante gesta para nuestro país, con una única excepción: tu propia casa blanca. El destino tiene estos caprichos, y quién iba a decir el día que sales de tu Club que unos años después serías nada más y nada menos que Campeón del Mundo.
Y es en ese mismo destino en el que yo creo y confío. Tal vez, algún día, habrás de volver a tu casa blanca para hacer lo que más te gusta, definir el estilo de juego por el que habrá de regirse el Madrid del futuro, trabajar con una cantera que a buen seguro podría estar mucho más reconocida y valorada, formar jugadores, chavales, enseñar sí a chutar, defender, atacar…pero sobretodo enseñar a saber estar, a ser espejo de ilusiones y aficiones, a saber llevar un escudo y una camiseta…y ser esa figura que tanto y tan bien marcó una etapa de nuestro Real Madrid: el Molowny del siglo XXI.
El destino está escrito.
Gracias Vicente.
* Quiero expresar mi deseo que todos aquellos beneficios económicos que me pudieran corresponder fruto de mi colaboración en este libro sean donados con fines sociales a la Fundación Real Madrid.
Eugenio Martínez Bravo, Presidente, Plataforma Blanca, Madrid, España, 11 Septiembre 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario