"Los equipos de futuro del Athletic deberán estar cerrados en infantiles"
Ha vuelto al cargo que ostentó hace una década. Y lo hace con nuevos proyectos pero con la misma ambición: conseguir que Lezama sea un referente. Apuesta por la detección precoz y porque no haya un excesivo número de jugadores en las plantillas inferiores
José María Amorrortu (Bilbao, 22 de julio de 1953) ha recuperado el cargo de director deportivo del Athletic. Como tal, todas las decisiones que afecten al funcionamiento de Lezama deberán llevar su aquiescencia. Esta semana ha expuesto su declaración de principios. Y tiene una cosa clara: "Las plantillas inferiores deben ser más cortas y en el último año de infantiles los equipos de futuro del Athletic deben estar prácticamente cerrados".
Habló en la presentación del nuevo organigrama de Lezama de "combinar tradición y modernidad". ¿Qué es tradición y qué es modernidad?
Lo primero son los valores tradicionales que tienen el Athletic y Lezama: el respeto y el reconocimiento por su pasado, la esencia de la formación en Lezama, esa cultura y esa identidad que se ha arraigado entre todos a través del tiempo, ese sentimiento a ser partícipe de algo importante. Esa es la tradición. Y en lo futbolístico hay que interpretar la forma de jugar, hay que acoplarse a los nuevos métodos de trabajo. En esa línea de transición es como se van desarrollando las cosas. Pero lo más importante es no perder nunca la esencia, pero haciendo la transición entre lo antiguo y lo moderno como ocurre en la sociedad, a la que el fútbol no es ajeno.
¿En qué modelos se ha inspirado para marcar el rumbo de Lezama?
El fútbol es evolución constante. Cada vez se juega a más velocidad, cada vez se necesitan jugadores más polivalentes, jugadores con mayor capacidad de decisión en un fútbol cada vez más participativo. Eso requiere un planteamiento y una línea de trabajo para que los jugadores que formamos puedan competir.
Apuntó en su comparecencia que el Athletic aplicaría en su trabajo "nuevas tecnologías". ¿A cuáles se refería?
Lo primeros que hemos recibido es mucha información de las cualidades objetivas de todos los chavales de Lezama. Ahora vamos a introducir los elementos más cognitivos y psicológicos, su capacidad para distinguir los espacios, estamos trabajando con sistemas audiovisuales que proporcionan al entrenador herramientas en las que pueda apreciar, junto a los jugadores, la mejora en el juego.
También anunció que Lezama debe funcionar en base a los conceptos de colaboración y transversalidad. ¿Cómo lo explica?
Dejando claro que debe existir un lenguaje común en los principios futbolísticos. Es cierto que en cada etapa se requiere un tipo de entrenamiento, pero en la forma de entender e interpretar el juego, vamos a ir introduciendo desde las primeras etapas hasta el final, todos con el mismo lenguaje: participación de todos los que estamos trabajando en Lezama, no solo de los técnicos. Al final, Lezama no es solo la suma de los equipos, sino que debe ser algo más. Esas sinergias tienen que estar presentes en base a la colaboración y participación con un planteamiento común y un lenguaje común. Todos estamos en una misma sintonía para hacer una sumatorio de calidad y cantidad.
¿Esa sintonía es el 4-3-3?
El sistema no es lo más importante en este momento. Hay que incidir en el tema de la posición en el campo y del manejo del espacio. Esto permitirá a los jugadores saber resolver los problemas que genera el juego. Cuanto menos espacio hay, más dificultades surgen. Y ahí el jugador tiene que resolver tomando las mejores decisiones. Este sistema permite defender en posiciones de ataque y de jugar lo más adelantado posible. Implica riesgos, pero las posibilidades de mejora son palpables.
Advirtió que "no nos conformamos con ganar", cuando la filosofía que imperaba en Lezama era que la formación primaba sobre el resultado.
Hemos introducido dos conceptos: rendimiento y actitud. La actitud de intentar ganar ha de existir siempre. El rendimiento lo vamos a evaluar. Esto implica que la medida estará en el rendimiento personal durante el entrenamiento y en el rendimiento como equipo en la competición. Si asociamos el rendimiento únicamente el resultado, no iremos por el buen camino. Entendemos que ganar, sobre todo en categorías pequeñas, no es de gran dificultad. Si asociamos el ganar con la mejora, nos quedamos a mitad de camino.
¿Esos parámetros se miden individualmente a cada jugador?
Sí, indudablemente. Cada jugador tiene un proyecto, una trayectoria y unas posibilidades. Todo ello le marca una exigencia propia y otra, que es la que nosotros le marcamos.
En el esquema de trabajo que presentaron diferenciaban tres etapas de trabajo en función de la edad. ¿En qué consisten?
Hasta cadetes de primer año trabajaremos los patrones básicos: la multilateralidad, la adquisición del manejo de los cuatro planos, las habilidades coordinativas y las agilidades… Empezaremos también con la toma de decisiones para que el jugador sepa manejar el espacio y el tiempo. De cadetes a juveniles será una etapa en la que centraremos ya a cada jugador en un puesto determinado, mientras que ya en el Basconia y Bilbao Athletic lo que se buscará es el alto rendimiento.
¿Por qué considera que la primera captación es fundamental?
Si repasamos la historia, la mayor parte de los jugadores vizcainos que han hecho una gran carrera en el primer equipo, lo logró tras haber sido reclutados en la primera captación. Son jugadores que han hecho su carrera desde alevines en el Athletic. Por eso le vamos a dar mucha importancia a la primera captación. Ahí necesitamos la colaboración de todos los clubes de Bizkaia, para que podamos descubrir a los chicos mejor dotados. Luego, a través del entrenamiento y las prácticas de trabajo que hagamos en Lezama, auparlo hasta el primer equipo. Cuantos menos jugadores se puedan utilizar en Lezama será mucho mejor.
¿Tiene en mente ya una cifra ideal?
En mi anterior etapa en el Athletic establecimos que, desde que captábamos un jugador en alevines hasta que llegaba al primer equipo, necesitábamos entre cuarenta y cincuenta jugadores por cada etapa de edad. ¡Ojalá podamos reducir ese número! Eso implicaría que la captación y los métodos de entrenamiento son buenos para evitar también que haya demasiado cambios en las plantillas, porque eso no es bueno para nadie.
¿Pretenden lograr una élite entre la élite?
Lo que es cierto es que queremos reducir el número de jugadores en la plantilla. Tener demasiados jugadores en las plantillas dificulta el trabajo porque tienes muchos chicos que tal vez no vayan a jugar muchos minutos y esos jugadores pueden estar jugando en otros clubes. De hecho, las plantillas de juveniles no van a tener más de 20 jugadores, las plantillas de cadetes no van a tener más de 18, y las de infantiles tendrán entre 16 y 18.
¿Mantendrán el Proyecto Externo como estaba ideado hasta el pasado curso?
Sí, pero hemos diversificado un poco los objetivos. El Proyecto Externo tendrá como objetivo, además de la asistencia médica a los clubes, la formación de los técnicos. Esta formación de producirá mediante el intercambio con los técnicos de Lezama y la metodología que se puede aplicar a las plantillas de los clubes vizcainos hasta edad infantil.
¿Qué pretenden conseguir con ese método de trabajo?
Que en el último año de infantiles los equipos de futuro del Athletic estén prácticamente cerrados. Esto requerirá que en los cinco años anteriores, desde segundo año de benjamín, se realice un trabajo de selección que nos permita tener al final de la etapa infantil una camada de chicos que vayan al primer equipo.
¿Existe un plan para que haya más presencia de jugadores vizcainos?
Queremos potenciar las relaciones con los clubes de Bizkaia y los procesos de formación de los entrenadores. Vamos a potenciar diferentes actividades. Vamos a poner en marcha un estudio para controlar en lo posible todo el fútbol vizcaino contando con los clubes. Queremos que ellos nos transmitan cómo nos ven, en qué les podemos ayudar. En definitiva tenemos que estar muy cerca del fútbol vizcaino y de los centros escolares. Al final, en la formación y en la educación está todo, ese es el motor.
Sorprende que en Lezama haya un número importante de universitarios.
Sí, la verdad es que en los últimos años se ha hecho un trabajo muy bueno en ese aspecto. En nuestro ideario hablamos de personas competentes y futbolistas competitivos. La competencia está en el conocimiento, en el aprendizaje, en la capacidad de esfuerzo y dedicación que tienen los chicos, en sus valores, en la capacidad de afrontar la dificultad. La sociedad exige estar muy centrado para superar las dificultades. La conciliación que deben hacer los jóvenes entre estudios y fútbol, con las expectativas que ellos tienen, no es fácil.
Persiguen jugadores rápidos.
En el fútbol actual es difícil que un jugador que no sea rápido en concepción, en ejecución y en desarrollo pueda tener un nivel de Primera División. Ese es el primer detalle que debemos detectar para luego trabajar en la tecnificación durante los primeros años, lo que les permitirá tener las herramientas necesarias para luego poder jugar con rapidez.
¿Cuáles son los pasos para conseguir ese tipo de jugador?
El primer paso es la identificación y la selección. Tenemos que tener unos objetivos muy claros en ese aspecto. Después entramos en el apartado de la tecnificación, en el que hemos recuperado la búsqueda de soluciones en espacios muy reducidos, junto al trabajo de las técnicas de carrera y de gestos. Son pequeños objetivos que pueden ensamblar un jugador mucho más dinámico.
A nivel de los equipos de la Liga, ¿qué lugar ocupa Lezama?
Creo que seguimos estando en primera línea. Lezama ha sido un ejemplo en estos cuarenta años y en los últimos tiempos se ha hecho un gran trabajo. Evidentemente tenemos que ser conscientes de que no estamos en igualdad de condiciones con los otros clubes, dado nuestro carácter diferenciador. Por eso en el proceso de formación de jugadores tenemos que ser innovadores, creativos y ambiciosos para saber cuáles son los últimos métodos para la mejor formación del jugador. En ese apartado de la formación tenemos que estar por delante de todos.
¿Cómo se valora desde dentro la llamada de jugadores de Lezama a las diferentes selecciones españolas?
Es un dato positivo. Indica que se ha hecho un buen trabajo. Seguín, Undabarrena y Óscar Gil son los últimos que han sido llamados a la sub'17. Tenemos jugadores de potencial a los que hay que ponerles en el nivel desarrollado para que lleguen lo mejor formados posible al primer equipo.
José Manuel Sevillano se ha incorporado al organigrama de Lezama ¿Quién es?
Es una persona que conocí en Madrid, con el que he compartido cinco temporadas. Es un preparador físico que va a llevar todo el tema de la tecnificación, logística y organización.
¿Qué se puede hacer para que no exista tanta diferencia entre los equipos de categorías inferiores del Athletic y el resto de conjuntos vizcainos?
Este es un viejo dilema. Lo más importante es la formación, pero existe la competición. Estamos planteándonos no publicar los resultados. Por sí mismo los resultados no tienen un gran valor. No nos preocupa. Creamos falsas expectativas si el baremo es el resultado. Tu tienes que rendir conforme a tus capacidades.
Ascender en el Athletic es una carrera hacia la cúspide. ¿Tienen los chavales ansiedad?
La ansiedad es consustancial al mundo del fútbol. En esta clase de clubes principales es mayor que en otros porque las expectativas son más altas. El sistema lo genera, pero la responsabilidad no es solo nuestra, el entorno del jugador también cuenta. El fútbol genera expectativas y lo razonable es no asimilar las edades de iniciación con la visión que hay del fútbol profesional.
¿Continúa siendo el Athletic el referente para los chicos a pesar de la globalización del fútbol y el impacto mediático de estrellas como Messi, Ronaldo...?
Aquí siempre se es del Athletic. Me he quedado gratamente sorprendido de la afinidad que hay con el Athletic. Hay mucha pertenencia e identidad. En ese aspecto no he visto un retroceso, sino todo lo contrario. Creo que ha habido un avance en los últimos años.
¿Qué ha encontrado en Lezama que se deba corregir?
En estos diez años el dimensionamiento es mayor. Hay cada vez más cosas. Para mí lo fundamental es el trabajo en equipo. Esa es la clave. El nos por delante del yo y saber que la filosofía tiene que estar centrada en el jugador. Lo sabemos, pero tenemos que actuar en consecuencia. El jugador siempre ha de estar por delante del equipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario