La Selección española, el Futbol Club Barcelona o el Real Madrid son los primeros nombres que suelen venir a la cabeza cuando se piensa en un equipo. La unión que consiguen los futbolistas dentro del campo se puede trasladar a la oficina, pero todo depende de que un buen líder sepa guiarlos.
Equipo se entiende como un conjunto de personas que trabajan por un mismo fin, pero muchas veces remar hacía el mismo puerto no es fácil. Por ello, contar con un guía válido que sea capaz de ilusionar a los integrantes, solucionar posibles conflictos y tener siempre presente el objetivo, es la clave para conseguirlo.
El fútbol puede servirle de guía. Aunque esté acostumbrado a que el deporte rey sólo le aporte alegrías o decepciones, si analiza bien el funcionamiento de los equipos se pueden averiguar las pautas para convertirse en un buen líder. Así lo ha hecho Helena López-Casares en el libro Equipos 10 , editorial Divalentis, a través de una serie de entrevistas a grandes profesionales del sector del fútbol, en las que ofrece las claves para crear y liderar equipos ganadores.
Lo primero que se debe hacer es tener siempre presente que el entrenador es el centro emocional de cualquier proyecto, tanto en un club de futbol como en una gran organización. En esta figura es en la que recae la responsabilidad de trasladar la cultura empresarial, explicar los objetivos y motivar para alcanzarlos. Cada miembro del equipo, desde el jugador titular hasta el que aún no ha tenido oportunidad de saltar al campo, es importante y hay que darle confianza. El respeto y la unidad también son dos factores que ha de explotar en su grupo.
El ADN de un líder
Vicente del Bosque es un gran referente para miles de directivos que buscan llevar a su equipo a lo más alto. Y su secreto está al alcance de todos. Muchas veces solo se trata de utilizar el sentido común. El entrenador de la selección recuerda en el libro de López-Casares, el discurso motivador que dio a los jugadores antes del partido contra Alemania en el Mundial del año pasado: �La clave para convencerlos y motivarlos fue ponerles enfrente la realidad. Pero ¿por qué tenemos dudas? Somos campeones de Europa, un equipo maduro y somos los mejores de la competición�.
Así que ya ve, todas las personas pueden desarrollar la capacidad de liderazgo. Sólo hace falta explotar una serie de características para tener un estilo de dirección óptimo.La autora expone un listado con las principales:
1.Ser estable desde el punto de vista emocional, saber controlar los impulsos y ser reflexivo ante las situaciones más difíciles.
2.Tener capacidad de comunicación para transmitir los mensajes lo mejor posible.
3.Ser ordenado, con capacidad de planificación y organización.
4.Visión a corto y largo plazo. Aunque es necesario ganar el partido de cada semana no se debe perder el objetivo de conseguir la Liga al final de la temporada.
5.Ser abierto y comprensivo bajo la base de la autoridad. No se debe nunca perder el poder de mando pero para conectar con el equipo es necesario que sea capaz de convencer a los demás de lo que se está haciendo y el por qué.
6.Capacidad de crítica constructiva. Para poder sacar adelante el trabajo se debe corregir los fallos del grupo pero siempre aportando ideas positivas
7.Estar motivado con la actividad que desempaña.
8.Trabajar una capacidad conciliadora para aprender a gestionar los posibles conflictos que puedan surgir.
9.Mantener viva la curiosidad. Es la única forma de conseguir llegar a conclusiones nuevas y aportar planteamientos originales.
Después de agregar estas características a su estilo de dirección se le allanará el camino para conseguir que su equipo sienta y luche por los colores de la empresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario